El convento de San Juan Bautista fue fundado por la orden de los agustinos en el año de 1554. La fachada del templo está coronada por una espléndida espadaña; el atrio es de enormes proporciones, sus bardas han sufrido modificaciones a lo largo de los años, sólo la entrada del lado norte conserva los elementos originales. Sobre el muro norte del interior del templo se observan dos portaditas una conduce al claustro y la otra a la sacristía.
Al inicio de la nave, hay fragmentos de escenas de una Asunción y la Virgen niña con sus padres a los lados. Las pinturas más destacables son el retablo de la Virgen de la Soledad y un lienzo barroco guadalupano del siglo XVIII. En el costado izquierdo del templo se encuentra la capilla abierta formada por una galería de cinco arcos.
El convento es de dos niveles. El primer nivel tiene arcos de cantera tallada al contrario de los sencillos arcos del nivel superior. La galería del claustro alto esta techada con bóvedas decoradas con casetones de flores y cruces en blanco y negro.
El refectorio aloja hoy un museo con piezas como la figura de Cristo hecha con argamasa de caña de maíz y la pintura de San Agustín, posiblemente la más antigua del siglo XVI. En el museo de sitio se exhiben momias encontradas durante las restauraciones del piso del convento.